¿Por qué usar secadoras de manos eléctricas de alta eficiencia en lugar de toalla de papel?

 
1- Por costos.
2- Por impacto ambiental.

Ambas respuestas derivan de las mismas condiciones:

El costo del consumible (
derivado de la energía necesaria para su producción, aire vs. papel) donde evidentemente el aire no cuesta más. El papel, sea virgen o reciclado, requiere un proceso de recolección de los materiales, procesamiento y distribución, basados principalmente en el petróleo.

También debe considerarse el costo de producción del despachador, que bien puede ser plástico o metálico ya sea para los dispensadores de papel o para las secadoras de manos.

El aire siempre está listo para ser desplazado y efectuar el secado. El papel tiene que colocarlo alguien en el despachador, y esa persona, cobra un sueldo.

Cuando el consumible se encuentra en su sitio hay que moverlo, que es donde se requiere energía y hay dos opciones principales:
  • Manual. No cuesta, pero dado que hay que tocar una superficie, generalmente resulta en la anulación del proceso efectuado antes: el lavado de las manos para desinfección.
  • Eléctrico.
    • Corriente Contínua: El origen de la energía eléctrica es variable dependiendo de cómo se haya producido, pero al final de cuentas llega al equipo utilizando una red que ya está disponible.
    • Baterías. En el caso de los cómodos despachadores de papel por sensor, la mayoría funcionan con 4 baterías "D" cuyo tiempo de reposición varía dependiendo del uso, pero digamos que el promedio es un mes. Tanto el costo como el nivel de contaminación son considerables.
 
Cuando se ha terminado de usar el aire, lo único que pasa es la desaceleración del motor de la secadora y su entrada en modo de espera, que pueden resultar en un consumo marginal de energía.

Cuando se ha terminado de usar el papel, si el despachador es manual no pasa más y si es automático entra en espera. Pero aquí viene la parte interesante: el papel se tiene que depositar en un bote (de metal o plástico en la mayoría de los casos) que generalmente tiene una bolsa de plástico que alguna persona (generalmente la misma que puso el papel en el despachador) tiene que estar revisando frecuentemente para retirarla a otro contenedor y que comience el ciclo del reproceso. Hay plásticos, combustibles y neumáticos de por medio, petróleo al final de cuentas.

Además, es mucho más común que los despachadores plásticos de papel se rompan o descompongan, mientras que las secadoras se hacen para resistir hasta vandalismo y sus repuestos más solicitados son el sensor, la tarjeta de circuitos o el propio motor.

Haga click aquí y encuentre un estudio profundo realizado en el 2011 al respecto por un equipo del reconocido Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, idioma inglés).
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